Crítica o vituperio
Para quienes asumimos la crítica desde la perspectiva martiana[1]
y aprendimos de Fidel a no temer a quienes se atrincheran en nuestros errores
para provocarnos vergüenza, (porque aún a
esta, el revolucionario debe saber decirle bienvenida seas vergüenza) resultan
siempre útiles los criterios que sobre nuestra obra viertan, por disímiles
razones, dentro y fuera de Cuba, todos los que nos elogian o cuestionan.
En correspondencia con ello las múltiples visiones que sobre nuestro proyecto
social circulan en las redes, devienen con frecuencia en ejercicio de análisis
con mis estudiantes. Con ellos comparto el criterio de que a la construcción socialista
le es tan saludable el ejercicio de la crítica como perjudicial el del
vituperio; praxis desinformativa de quienes por ignorancia o conveniencia nos
abominan. Sus fines, velados tras términos como libertad o democracia, apuntan
a la deslegitimación de los proyectos sociales que involucran a las mayorías y
navegan a contracorriente de los designios hegemonistas del gran capital.
Por ello sin robarle tiempo al análisis de las críticas sustanciosas, favorable
o no, que con frecuencia se nos realizan, en ocasiones me asomo con mis alumnos
a la sima de alguna que otra difamación. Aunque sea como las que brotan ya
marchitas en las páginas de esos blogs, más o menos, devenidos en alcancía. No
pocas son las dificultades para poder identificar en ellas los problemas que se
supone quieren exponer o las propuestas que hacen para resolverlos, pues por lo
general en los textos donde se nos denigra, encontramos que el título, no pasa
de ser un pretexto para encubrir la dirección principal del ataque mediático.
El verdadero objetivo es desacreditar la obra revolucionaria, cuestionar
sus conquistas esenciales, minar sus fortalezas, instalar en la opinión de la
mayor cantidad posible de personas dentro y fuera de Cuba la obsolescencia del
socialismo. De esta forma cualquier acción acometida contra Cuba seria tomada
como justa, lícita, necesaria y en consecuencia seria apoyada dentro y fuera
del país o vista en calma por todos.
En la red de redes, recientemente, conseguimos una de esas difamaciones
que, de tener una versión cinematográfica, tendría asegurado el premio Frambuesa de Oro en la totalidad de sus
denominaciones, de ahí que sea excelente para ejemplificar las afirmaciones
anteriores.
Educación Superior, parte I y II (de fecha 5 de enero de 2016) promete,
bajo este título, enfocarse en el análisis de los problemas que actualmente
aquejan al mencionado sector y paralelamente comentar propuestas generales para
su futura solución. Tres son los problemas que pueden enumerarse con relativa
facilidad, a partir de la lectura de ambos post y estos adquieren, según la
visión del autor, la categoría de fundamentales:
Ø El acceso por parte de los estudiantes, a toda la
información que se genera en el mundo respecto a los diversos temas de estudio.
Ø La ausencia, cada vez mayor, de profesores
capacitados para impartir clases con el nivel de excelencia que requiere una
universidad.
Ø El desinterés, cada vez más creciente, de los
jóvenes por ingresar a la educación superior cubana.
Con un poco más de dificultad se puede identificar en el texto un cuarto
problema:
Ø La no mención por parte de las autoridades de la
Educación Superior, en sus últimas comparecencias públicas, de ajustes en los
temas de marketing y gestión empresarial, así como la necesidad de crear nuevas
disciplinas para la formación de profesionales especializados en sectores como
la administración de empresas.
Una mirada rápida a los problemas hasta aquí declarados, aún en contra
de lo que quisiera revelar quien los enuncia, delata la visón real que este tiene
de las dimensiones del programa educativo cubano. Resulta interesante ver como
alguien como este autor, privilegiado por las concepciones educativas socialistas,
no puede menos que aspirar a que la varilla por encima de la cual deben saltar los
cubanos en materia educativa, esté tan alta como para tener por meta el hecho
de que decenas de miles de estudiantes de la Educación Superior accedan a “toda” la información que se genera en
el mundo, respecto a los diversos temas de estudio. Nadie que no fuera formado
en Cuba se le ocurriría pedir tales cosas a este pequeño chispazo de tierra en
el mar.
La verdadera causa de las limitaciones que hasta hoy tenemos en materia
de acceso a la información científica, que circula en las redes, en mi opinión,
está más allá de las decisiones de los gobernantes cubanos. Por afirmarlo corro
el riesgo de ser incluido en el grupo de los que culpan al bloqueo por cada
deficiencia nuestra. Elimínese entonces el bloqueo y júzgueseme luego. Désenos
para vivir el mismo tiempo que nos han dado para morir y no necesitaremos
tanto, diría Martí. Termínese de una vez con esta práctica y concédasenos el
derecho a probar cuan capaces o incapaces somos.
En igual sentido y en relación al segundo problema enunciado, seria
significativo destacar algo que el autor por alguna razón invisibiliza y es el robo,
por parte de los países más desarrollados, de los profesionales que con más
vergüenza que dinero se forjan en Cuba y en el resto de los países pobres del
mundo.
El talento, en el mercado tiene precio y no pocos seden. Pero el tema es
mucho más rico de lo que aquí se podría abarcar y no pocos de los excelentes
profesores que un día tuvimos en nuestras aulas y que hoy están en otras,
allende de los mares, por las más disímiles razones; siguen colaborando con la
formación de nuestros profesionales, imparten conferencias en la isla,
participan de los eventos científicos que aquí se organizan, gestionan becas en
fin, esta diminuta porción de humanidad llamada patria les palpita en el pecho y
no se me ocurriría jamás cuestionarles su amor por Cuba.
Evidencias existen de que a pesar de la ausencia de quienes sin dudas
probaron ser magníficos científicos, el proceso continua su dialéctica marcha
en pos de una excelencia conseguida con políticas revolucionarias y requerida,
en nuestro caso, no por una universidad,
sino por las decenas de universidades que existen a lo largo del país, para
dicha de la juventud cubana, latinoamericana y norteamericana, esta última, cada
vez más presente en nuestros predios universitarios.
Qué sentido tiene trasmitir al mundo un mensaje en el que se pretenda
instalar o programar la idea de que (…) cada
día es mayor el desinterés, de los jóvenes cubanos por ingresar a la educación
superior (…), cuando por el contrario resulta significativa la cantidad de estudiantes
que optan por este nivel de enseñanza. Al momento del ingreso nuestros jóvenes podrán
llegar con preguntas que van desde aquellas que se refieren a cuál carrera colocar en primera opción hasta
cuánto costara la mochila donde llevaran los libros. Pero en ningún caso los
asedia la interrogante de cuánto debo pagar por estudiar o por los libros, necesarios
para ello, como sucede en una gran parte del mundo.
Solo encontramos un sentido a la afirmación antes comentada,
desacreditar, deslegitimar a un proceso formativo que incluye temas como el
marketing o la gestión de proyectos en perfiles de formación que van desde los
Estudios Socioculturales o la Comunicación Social hasta la carreras de perfil
económico. Para quienes enfrentamos a diario los verdaderos y no pocos problemas
que nos aquejan, la promesa hecha por el autor, queda incumplida; pero la
decepción alcanza su más alto nivel al intentar encontrarle utilidad a las
propuestas que realiza.
Ø (…)
que la educación siga siendo un
derecho humano insoslayable y de máxima prioridad y que el proceso educativo
sea pensado de forma universal y con toda la información que la humanidad haya
generado al alcance de todos los estudiantes. Diciendo no, a todos los
adoctrinamientos, lealtades, mitos y cultos a personalidades.
Ø (…) en
aras de minimizar la fuga de personal cualificado, que la remuneración a
profesores sea acorde con la importancia que tiene la Educación en cualquier
sociedad, y esto es un deber moral de la Nación.
Al respecto y con prisa podría señalarse:
1-La primera de estas propuestas solo confirma el hecho de que en Cuba
la educación es un derecho humano insoslayable y de máxima prioridad; supongo
que por ello su propuesta es que lo siga
siendo.
2-Resulta difícil visualizar alguna corporaciones del planeta contratando
a un ingeniero que no haya tenido entre los valores esenciales de su perfil
profesional a la lealtad. Llama la atención el énfasis que hace en destacar lo
que denomina adoctrinamiento y cultos a personalidades. Una mirada a la
dedicatoria de la tesis de Maestría del defensor de estos argumentos conduce a
pensar en qué tan cierto es lo que afirma:
AGRADECIMIENTOS
Creo que es esta una parte muy complicada en la escritura
de la Memoria, sí, porque hay varias personas que, en mayor o menor grado han
puesto su granito de arena para que este trabajo salga bien, como no puedo
hacer un capítulo de agradecimientos; trataré de no olvidar a ninguno de los
más importantes:
Antes que todo a Rita por su tiempo y disposición a
ayudarme en cualquier momento.
A Karen y a sus padres, por
los ánimos, por creer en mí y por el apoyo en los momentos de “stop".
A mi mamá, a mis tías (la
china y Nelsy), a Pepe, Luisito, Juanito, Yariel, Tony y Nailia, Harold y
Elizabeth, mi familia incondicional y desinteresada.
A Ariel Felipe, por la incesante preocupación por este
trabajo.
A todos aquellos que me hicieron reír o me
facilitaron alguna penosa gestión, y a Dios, por traerme hasta aquí.[2]
3-Una remuneración acorde a la importancia que
tiene la educación en cualquier sociedad es una idea de profundo carácter
socialista. Equivaldría a que todo profesional de la educación trabajase
gratuitamente, pues ninguna compensación
monetaria es suficiente para dignificar a ese evangelio
vivo que es el maestro.[3]
De ahí que cada nación pague a
sus maestros, más que en correspondencia con la importancia que tiene la
educación para cualquier sociedad, con las potencialidades y capacidades
económicas que poseen. Aspecto este contradictorio porque no siempre los que más
recursos económicos tienen son los que más gratifican
monetariamente a sus docentes, comparemos los presupuestos educacionales y
militares de las principales potencias de este mundo y las cifran hablaran por
si solas.
Finalmente termina por llamar
mucho la atención el hecho de que este sistema educativo cuyo futuro horroriza,
según lo expresado por el autor del post, sea a la vez fuente de legitimación y
respaldo de la preparación y nivel científico que posee quien así piensa. No
falta en sus perfiles acotaciones como estas:
-Universidad de La Habana Licenciado en Matemática
desde 2003 hasta 2008
-Centro de Estudios Avanzados de Cuba Septiembre de
2008 – marzo de 2011 (2 años 7 meses)
La crítica y el vituperio no pocas veces terminan
por ser confundidas, de ahí que sea útil realizar con frecuencias ejercicios de
análisis que permitan establecer diferencias. La crítica, además de estar
sustentada sobre sólidos fundamentos éticos, informa, profundiza y argumenta en
las esencias de los problemas que devela, educa, instruye, muestra o sugieres
rutas para su solución, fomenta valores y combina armoniosamente la razón y el
sentimiento, en palabras martianas criticar es amar. El vituperio más que
informar desinforma, mescla intencionalmente verdades y mentiras, hiperboliza
el defecto, disminuye o anula el mérito, apela generalmente a lo emocional, vela
las esencias de los problemas que aborda, destruye, seduce en fin, manipula.
Ábranse, termino por comentarle a mis estudiantes,
todas las puertas a la crítica que se constituya en digno ejercicio del
criterio, aquella que ayuda a destruir cuanto sea falso pero que a la ves ayuda
a mantener incólume el fulgor de lo verdadero; como sucede con la película
cubana Conducta, en la cual se aborda
el tema de la educación en nuestro país. Pero mantengámonos alertas o como diría
Guillen: Cierren la muralla, al
vituperio que muerde, tenacea, clava en la picota y se afana en consagrarse
impíamente al escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y
manchas que la afean. Apréndase a señalar con noble intento el lunar negro, y
desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella.
[1]
Para
José Martí por crítica se ha de entender un acto libre de mezquino afán de
hallar defectos, de celos del ajeno bien y de placer ante el mal ajeno, pues
ello resulta indigno de todo pecho generoso. Ver José Martí Fragmentos del discurso que pronunció sobre las obras de
Echegaray en el Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa, el 21 de junio de
1879. T 15 p. 94
edic. 1975.
[2] Ver:
http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/funciones-p-variacion-acotada/funciones-p-variacion-acotada.pdf
[3]
En 1886, Prusia entró en guerra
con Austria - Hungría, para reafirmar, por la fuerza de las armas, su papel
hegemónico… Cuéntase que una noche, Bismarck…celebraba con sus generales la
victoria…Cuando un…general se disponía a hablar, Bismarck los hizo callar a
todos, y sentenció: "el principal mérito de la victoria corresponde al
maestro de escuela prusiano… Como bien expresa J.L Acanda… Que tan formidable confesión asombrara a
los comensales de Bismarck, es…comprensible. Que siga siendo indescifrable, 130
años después, para algunos que hoy se ocupan de pensar la relación entre lo
político y lo social es ya más preocupante… y sin dudas merecería una
reflexión más profunda tal vez en otras páginas.