lunes, 25 de junio de 2012




La historia de los movimientos sociales, en especial; la de los movimientos juveniles en América Latina. Demuestra que estos, no pocas veces se ha desarrollado al margen de los partidos políticos tradicionales. Por múltiples razones inician al margen de ellos, lo cual no significa que sean apolíticos.

 ¿A cuál posición o interés político responde, Yo soy 132? En mi caso soy un orador de la izquierda jamás lo he disimulado. Soy un revolucionario, un antiimperialista y de todos los movimientos juveniles y revolucionarios que de Norte a Sur de Este a Oeste se yergan, es mi voz.

Hoy México, esa porción de Nuestra América a la que amo entrañablemente y de la cual no puedo estar separado mucho tiempo;necesita en la encrucijada en que se encuentra: definiciones y es hasta este instante, lo que no me parece que tenga el movimiento: Yo soy 132. Las culpas, todas al saco de un mismo partido, la pregunta que me hago es simple: ¿Será así, exactamente así?

¿A dónde queremos ir? Qué queremos hacer, cómo queremos que sean las cosas más allá del 1ro de Julio. Pocos estuvieron con Camila Vallejo el pasado día 14 de junio en la UAM cuando se dirigía al movimiento. ¿Cuántos estarán con los más de 59 millones de pobres que hoy sobreviven en nuestras sierras, selvas, colonias?

Una amiga mexicana me decía que existen aspirantes a presidentes que no hablan inglés. Yo, con el corazón sobre Xaltocan me pregunto, si alguna vez ha sido preocupación que los candidatos hablen el Maya, el Náhuatl o cualquiera de nuestras lenguas originarias. Pues, es de México del país que serán presidentes o presidentas.

Yo soy 132, es joven y aguardo a que se pronuncien sobre, cuan cerca o lejos sueñan estar del Norte que deprecia, hace muros, compra drogas y vende armas o del Sur que mira a México como un hermano valiente que no se raja que resiste, que sabe ser revolucionario.